viernes, 25 de noviembre de 2011

Huelga un poco light

Portugal vivió ayer una jornada de paro general, los motivos, los de siempre en las últimas huelgas convocadas en Europa. Descontento generalizado, malas condiciones de trabajo, desempleo, perdida de derecho sociales, recorte de sueldos a los funcionario y un largo etcétera de razones que los neoliberales nos quieren imponer. Lo cierto es que en el país luso ocurre lo mismo que en España, ha sido el pueblo y sus votos los que han otorgado el poder al partido conservador. Por tanto revelarse contra tu propia voluntad no tiene mucho sentido.

No hay cifras oficiales de la huelga pero os doy mis impresiones, siempre lo hago desde el desconocimiento porque no se cómo es el sindicalismo portugués y los antecedentes de esta movilización laboral. Según dicen los medios de comunicación, los principales sectores que realizaron huelga fue el transporte, los funcionarios, la sanidad y en menor medida la enseñanza. 

En Oporto, el metro funcionaba con dificultad. Había servicios mínimos, mi estación, Carolina Michaelis (una tranquila, con poco ajetreo, para el que no la conozca), estaba ayer abarrotada. Por lo que me lleva a pensar que otras estaciones más moviditas como Trindade, Campanha o Casa da Música, podrían haber sufrido algo de colapso en algún momento del día. No obstante, los autobuses daban una sensación muy diferente, a pesar de que también sufrían servicios mínimos, la impresión es que había frecuencias para tampoco no ocasionar muchas muchas molestias a los usuarios. La noticias de la RTP (la tele pública) dijeron por otro lado que los mayores problemas estaban a la hora de salir en cercanías de las grandes ciudades como Lisboa u Oporto, no os puedo decir porque no me acerque a la estación de ferrocarriles, aunque si puedo señalar que hace algunos días ya hubo huelga de ferroviarios que me causo alguna molestia que otra y se supendieron muchos trayectos.

Las consecuencias que tuvo todo esto es que la gente cogiera el coche hasta para comprar tabaco, durante todo el  día hubo un tráfico de mil demonios, mi zona (la de Cedofeita) hubo orquesta de claxon durante toda la jornada, algo muy poco habitual a lo de un día cualquiera. 

Los aeropuertos también sufrieron, según RTP, más de un centenar de vuelos se cancelaron en todo el día. Los hospitales fueron solo con servicios de urgencias y con los tratamientos de quimio. Los funcionarios también trabajaron con tareas mínimas. Mientras que la educación lo hizo de manera menos significativa, lo que os puedo decir es que la universidad funcionaba como un día normal aunque algunos profesores decidieron suspender las clases.

En resumidas cuentas a mí lo que me deja la jornada, es que el seguimiento fue muy pequeño. Tan solo los servicios públicos se  unieron, el sector privado estuvo en su trabajo o al menos en un atasco. Porque lo único que provocó esta huelga fue un tráfico denso en las dos grandes ciudades lusas. ¿Será una premonición de lo que puede ocurrir en España dentro de unos meses?

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